Salsa de tomate con infusión de vainilla
Para 4 personas.
En esta variación de la famosa salsa de Marcella Hazan, los dulces aromas de la vainilla son un complemento encantador para los tomates, controlando su acidez con un poco de ayuda de la buena mantequilla. La pimienta de Jamaica y el laurel añaden otra capa de sabor y cierran la brecha entre lo dulce y lo salado. Esta salsa queda estupenda con coliflor asada, ñoquis de ricotta, ravioles de langosta y pescado a la plancha o frito, como rape o eglefino.
1 cebolla mediana, pelada y cortada por la mitad
5 cucharadas de mantequilla
3 bayas de pimienta de Jamaica , ligeramente partidas
1 hoja de laurel
1 vaina de vainilla
½ cucharadita de sal marina
Pimienta negra , al gusto
1 lata (28 onzas) de tomates pera con jugo
Coloque la cebolla (con el lado cortado hacia abajo) y los ingredientes restantes en una cacerola. Use sus manos para romper los tomates en pedazos ásperos, quitando los trozos duros del extremo del tallo. Agrega ½ taza de agua a la sartén.
Coloque la sartén a fuego medio-alto y hierva su contenido, luego baje el fuego a medio-bajo. Cocine la salsa a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, durante unos 45 minutos, hasta que la grasa flote encima, alrededor de los bordes.
Elija la cebolla, la vaina de vainilla y las especias.* Revuelva la salsa; debe quedar brillante. Si no es así, agregue otra cucharada de mantequilla. Pruebe y agregue sal o pimienta si es necesario. Puedes triturar más los tomates con una cuchara o hacer puré la salsa con una batidora de mano.
Lava y seca la vaina de vainilla y guárdala para usarla en otro momento. La salsa se conservará bien en el frigorífico durante un par de días.
- Para una delicia de cocinero, corte la cebolla y cúbrala con pan rallado tostado, un poco de queso parmesano y un poco de pimienta negra.
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